El 90% de cada día, tenemos conversaciones silenciosas en nuestra mente, el subconsciente activa el piloto automático y empezamos a pensar, a sentir y a actuar en función de nuestro sistema de creencias, el mismo que se forma en el transcurso de nuestra vida, por factores genéticos, por lo que vemos, por lo escuchamos, y por las experiencias de vida que tenemos.
Estas conversaciones generan emociones que emiten señales entre el corazón y el cerebro. Dependiendo del tipo de dialogo que tengamos, se determina la calidad de la señal emocional que el corazón envía a nuestra mente y en función de ello se liberan cierto tipo de químicos en nuestro cuerpo. Cuando pensamos: yo no soy lo suficientemente bueno o buena, siempre las cosas me salen mal, todo va de mal en peor, no soy digno o diga de amor, no merezco ser feliz, entre otros; sentimos lo que normalmente llamaríamos emociones negativas (por ejemplo, miedo, ira, odio, celos y rabia), el corazón envía una señal al cerebro que refleja nuestros sentimientos.
Nuestro cuerpo interpreta este tipo de señal como estrés y pone en marcha mecanismos de movimiento para ayudarnos a responder adecuadamente. El estrés de las emociones negativas aumenta los niveles de cortisol y adrenalina en nuestro torrente sanguíneo, hormonas que a menudo se llaman hormonas del estrés, que nos preparan para una reacción rápida y poderosa a cualquier cosa que nos esté causando miedo. Esa reacción incluye redirigir el suministro de sangre desde los órganos profundos dentro de nuestros cuerpos a los lugares donde más se necesita en esos momentos: los músculos, las extremidades y las extremidades que utilizamos para enfrentar la fuente de nuestro estrés o correr lo más rápido que podemos para escapar de eso que nos provoca tanto malestar, es nuestra respuesta instintiva de lucha o huida, un mecanismo de supervivencia que fue diseñado para ser temporal y breve. Nunca fuimos destinados a vivir día tras día con un estrés constante como forma de vida, el cuerpo está diseñado para estar en un solo modo: modo de lucha o de huida o modo de curación o crecimiento.
Sin embargo, la realidad de la mayor parte de la población es que vive con estrés todo el tiempo. Hoy en día las malas noticias son protagonistas de nuestra vida, si no es la crisis económica, la inseguridad, o el incremento de la delincuencia, es el COVID-19. La sobrecarga de información, la falta de autoestima y presencia y la desconexión con nuestro ser y nuestra esencia hace que los días sean insoportables, nuestros cuerpos sienten que estamos en un estado constante de estrés, en modo sostenido de lucha o huida, nuestro ADN se contrae debilitando al sistema inmune.
La buena noticia es que no todo está perdido, el mismo mecanismo que crea y sostiene nuestras respuestas al estrés, a menudo en un nivel subconsciente, también puede regularse para ayudarnos a aliviar el estrés de una manera saludable, incluso cuando el mundo está en caos. Y podemos hacerlo de manera rápida e intencional. Así como nuestros corazones envían a nuestros cerebros las señales de caos cuando sentimos emociones negativas, las emociones positivas envían otro tipo de señal a nuestros cerebros que es más regular, más rítmica y ordenada. En presencia de emociones positivas, como el amor, la apreciación, la gratitud, la compasión y la felicidad el cerebro libera un tipo muy diferente de química en el cuerpo. Nuestro ADN se relaja y se expande, hace que nuestro sistema inmunológico se fortalezca. Cuando sentimos una sensación de bienestar, el nivel de hormonas del estrés en nuestros cuerpos disminuye, mientras que la química que afirma la vida de un sistema inmunológico poderoso con propiedades antienvejecimiento aumenta. El cambio entre la respuesta al estrés y una sensación de bienestar puede suceder rápidamente.
Estudios documentados por el Instituto de HeartMath (IHM), han demostrado que los niveles de cortisol pueden disminuir hasta en un 23 por ciento, y los niveles de DHEA, un precursor que confirma la vida de otras hormonas vitales en el cuerpo puede aumentar al 100 por ciento si pasamos tan solo tres minutos usando técnicas enfocadas para generar y sentir emociones positivas
Esto es espectacular, es la clave para la resiliencia personal en la vida, con nuestra mente podemos generar emociones positivas que posteriormente darán las instrucciones para que nuestro cuerpo tienda a estar saludable
Cambia ahora la forma de ver las cosas, cultiva la gratitud, piensa siempre en lo que estás pensando y cuando sea un pensamiento negativo, dale la vuelta a la tortilla, cambia tu sistema de creencias, reconócete digno o digna de amor, eres creado a imagen y semejanza de Dios, en tus células, en tus átomos están las partículas Bosón de Higgs o partículas de Dios, tienes sangre y energía de campeón o campeona, conéctate con tu esencia, di no a las malas noticias, se selectivo a la hora de elegir con quien te relacionas, se selectivo con lo ves, con lo escuchas con lo que dices, empieza ya a construir la vida que deseas.
Te dejo a continuación algunos tips para mejorar la relación contigo mismo
1. Evalúa como está tu vida ahora. ¿Cómo está tu salud?, ¿cómo está la relación contigo mismo? ¿Cómo está la relación con los demás? ¿Cómo está tú relación con el planeta? ¿Estás amándote lo suficiente? ¿Estás verdaderamente amando a los demás? ¿Eres consciente del impacto y la huella ecológica que dejas en nuestra casa común? ¿Qué es lo realmente importante en tu vida? ¿Estas cumpliendo tu propósito? ¿Eres feliz? ¿Vives la vida que quieres vivir?.
Ésta cuarentena obligatoria nos lleva a poner el foco de atención en lo realmente importante, nos muestra que las banalidades del mundo no son trascendentes, que la soledad, la introspección y el aislamiento en nuestros hogares es una oportunidad para encontrarnos, para ser empáticos, para pensar en el otro, para disfrutar y amar a las personas con las que compartimos la vida, para valorar y apreciar a las personas con las que quisiéramos estar pero no podemos, nos lleva a cuestionar nuestro estilo de vida y a valorar los regalos y milagros de la naturaleza y de la vida, esos regalos que tenemos cada día pero que pasan desapercibidos y los dejamos pasar.
2. En función de lo anterior defines metas y objetivos que sean importantes para ti, procura que estos objetivos sean específicos, medibles, realistas y que tengan un plazo de cumplimiento, te dejo algunos ejemplos para que los tomes de muestra
Meta 1 Relación personal: Me comprometo hasta finales de año en mejorar la relación que tengo conmigo para esto haré lo siguiente:
- Mantener una dieta saludable
- Hacer ejercicios y actividad física
- Conocer mejor quien soy mejor mi autoestima
- Realizar meditación todos los días
- Seré selectivo con lo veo, y escucho, diré no a las malas noticias no a lo que contamina mi esencia
Meta 2 Relación con los demás: Me comprometo a tener una relación con los demás basada en la igualdad, en el amor, la empatía y el respeto.
- Voy a relacionarme desde el amor con demás respetando quienes son, respetando sus procesos, sus necesidades y sus apetencias
- Voy a permitirme ser quien soy con los demás y voy soltar estrategias que manipulan y condicionan al resto para que me quieran
- Voy a responsabilizarme de mi felicidad para luego compartirla con los demás
Meta 3 Relación con el planeta: Me comprometo a mantener un estilo de vida sustentable, a pensar y cuidar al hogar que se me dio como si fuera yo mismo
- Voy a rechazar todo aquello que no se pueda reutilizar
- Voy a disminuir en un 10% el consumo de agua y energía
- Voy a disminuir el uso de combustibles fósiles
- Voy a participar en actividades de reforestación y limpieza de mi barrio y de mi ciudad
- Voy a dejar de consumir según lo dicta la moda y estándares de vida actuales.
3. Agradece las bendiciones y milagros que tienes cada día.
4. Cambia tu sistema de creencias, busca mentores, rodéate de gente que te inspire y te haga sentir mejor, aquí dejo algunas de las creencias potenciadoras que te pueden servir
- Creo en mi
- Soy saludable, las células y átomos de mi cuerpo funcionan perfectamente bien en armonía con el universo
- Todo está bien conmigo
- Toco el corazón de las personas
- Amo a mi planeta, lo cuido, lo restauro, lo respeto
- Soy mi mejor amigo o amiga
- Me permito ser quien soy y expresar lo que siento
- Es un privilegio estar conmigo, es un privilegio estar con los demás
Con Amor
Sofía Orbe Bastidas
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