¿Es doloroso o difícil hacerte cargo de ti mismo? ¿Es imposible y loco dejar de culpar a los demás, y asumir el 100% de la responsabilidad de lo que sucede en tu vida?.
Hoy estuve revisando mis fotos y ésta me lleno de amor, de ternura y mucha nostalgia. Hoy puedo decir que trabajar en mí, cultivar mi autoestima, conocerme, amarme y aceptarme tal cual soy ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida.
Cuando estamos en nuestra zona de confort, por muy dolorosa que esta parezca, nos acostumbramos a vivir en la incomodidad, es más fácil culpar a los demás que regresar a verse a uno mismo. En el transcurso de la vida nos acostumbramos a ser la VÍCTIMA.
Una víctima entrega todo su poder a alguien más, espera aprobación, espera validación, desarrolla estrategias para ganarse el amor, cree que no merece ser amada, que no merece ser feliz o abundante, una víctima se crítica, se juzga y juzga a los demás, quiere tener el control de todo y de todos, una víctima espera que el resto cambie para poder sentirse feliz y realizada, una víctima sabe que no quiere vivir así, que anhela algo más pero no se atreve a saltar y confiar en si misma porque le da miedo, miedo del que dirán, miedo de no encajar, miedo de quedarse sola, miedo de fracasar, miedo de brillar, miedo de tener miedo, miedo de dejar ir, miedo de atreverse a volar.
Yo viví por mucho tiempo de esa manera, y puedo decir que es pesado, es doloroso, frustrante y desgastante querer cambiar al mundo sin cambiarnos primero a nosotros mismos, duele en el alma entregar tu poder, duele en el alma hacerte chiquita o creerte superior para que otros te quieran, duele en el alma tolerar maltratos y decidir ser sumisa, duele en alma hacer cosas para ganarte el amor de los demás, duele en el alma esperar que otros te acepten, esperar que te acojan y que te hagan feliz. Duele en el alma entregar a alguien más la responsabilidad de construir la vida de tu sueños, duele en el alma quedarte en tu zona de confort por no querer conocer algo más, por no abrir tus alas y atreverte a volar
Por otro lado, hacerte RESPONSABLE de ti mismo es maravilloso, es reconfortante, te llena de poder, te conecta con tu luz y con tu amor.
Dejar de culpar a los demás te empodera, entiendes que el otro es un espejo, es un maestro que viene a enseñarte las heridas que tienes que sanar. Cuando asumes el 100% de la responsabilidad de lo que sucede en tu vida, empiezas a crear la vida de tus sueños, te conectas con tu niña interior, te haces amiga de ti mismo, empiezas a escucharte, a comunicarte con lo que tu cuerpo y tu alma necesitan, empiezas a agradarte, a conocerte, a entender de donde vienen tus miedos, empiezas a aprender a soltar lo que te hace mal, lo que no te permite crecer, aprendes a decir que no cuando piensas y sientes que no, y a decir que si cuando verdaderamente te nace que sea así, cuando dejas de culpar a los demás, dejas de ser sumisa, te respetas y respetas a los demás.
Cuando apuestas por ti ya no necesitas controlar ni querer cambiar al otro, entiendes que cada uno tiene su proceso, y que tú puedes elegir cosas, experiencias y relaciones que sumen y se alineen con tu vida.
Cuando te haces cargo de ti mismo te empiezas a enamorar de ti, te empieza agradar la imagen que ves en el espejo, es fácil ser dócil contigo misma, dejas de juzgarte, te halagas, te mimas, te dices cosas bonitas, empiezas a comprender y sentir que estás dando todo lo que puedes; y que eso es perfecto y esta bien, empiezas a sentir que todo lo que necesitas, Dios ya lo lo puso dentro de ti.
Esta transformación de VÍCTIMA a HEROÍNA de tu vida, te hace ver que así como eres, no importa sea cuál sea tu circunstancia, eres digna de amor, cuando te enamoras de ti, te permites ser tú, con tú luz y tú oscuridad, sientes tus emociones como vienen, te abrazas, te contienes, te perdonas y perdonas a los demás, cuando te reinventas y tomas la dirección de tu timón la vida fluye sin resistencia, te sientes liviana, te sientes plena, te sientes amada, te sientes a salvo, te sientes feliz.
Atrévete a construir la vida de tus sueños, atrévete a re inventarte, si es posible vivir de otra manera, aún estas a tiempo de empezar tu metamorfosis, tranquila, que cuándo la oruga pensó que era su final, se transformó en mariposa y empezó a volar.
Con amor
Sofi
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